Al final de la senda, durante la cual se puede observar una vista distinta de la auténtica Granada, del Sacromonte, la Alhambra y el Albaicín, con la Catedral en el centro, se encuentra la Fuente del Avellano.

En ella fundó Ángel Ganivet la "Cofradía del Avellano" donde acompañado de las mentes más célebres de la época, se reunían en tertulia y alboroque para hacer crecer el espíritu.

Falla y Lorca frecuentaron el lugar, y a día de hoy se respira, como imagino que antaño, las sensaciones evocadoras de misticismo que hacen o hicieron de aquel lugar un sitio inspirador.
En este ambiente idóneo para la creación, cuyo camino está cobijado por placas de poesía y prosa por parte de grandes, nuestra sociedad actual lo tiene descuidado, lleno de pintadas ajenas a cualquier sensibilidad, basura que haría presagiar una masa deambulante que realmente no existe, porque el camino es raramente recorrido e incluso conocido.
¿Tanto hemos cambiado? ¿ese lugar sólo inspira basura a nuestra sociedad de hoy?, o tendría que llamarla "suciedad".