martes, 30 de marzo de 2010

Afotar

Consciente de mi excesiva manía con los pequeños detalles, y con algún temor de que alguien se pueda sentir molesto, hace tiempo que deseaba escribir sobre este "palabro" que se lee y oye con frecuencia en ámbitos relacionados con la fotografía.

Hace un tiempo me dijo una buena amiga que se venía a vivir a Granada -Oye, a ver si quedamos y nos vamos a "afotar". Mi reacción fue inmediata, -Si quieres quedamos, nos tomamos unas cervezas o nos vamos a "hacer fotos".

Ya antes de ello le tenía cierta manía a ese término, desde mi paso por el foro Nikonistas concretamente, donde leía en muchas de las letras de mis compañeros esa cosa. Tan ajeno a mí es, que tardé en comprender su significado y sólo, cuando alguien publicó un hilo llamado "Se debería acuñar el verbo afotar por la RAE", es cuando descubrí que se acuñara o no, esa palabra no significaba nada de lo que yo siento cuando tengo una cámara en mis manos. Desgraciadamente se utiliza como sinónimo de hacer fotos, cuando a mí me parece lo contrario.

Me gusta componer, cuidar cada detalle, hacer imágenes que tengan equilibrio, que cuenten historias, y además, me gusta que esas historias sean bellas, que respondan a trasladar a los demás que también existe la alegría en este Mundo lleno de amarguras a veces. Me gusta salir con mi cámara cuando tengo esa necesidad, pasear, respirar el aire del entorno y escuchar sus sonidos. Dejarme llevar por las calles de mi Albaicín, o de cualquier pueblo o ciudad desconocidas. Integrarme en cuerpo y alma con su esencia, y entonces, con la cámara, recogerlo, tomarlo, acariciarlo y contarlo.





No se me ocurre una sola palabra que pudiera servir para expresar todo eso, pero nunca sería algo que, desde su fonética, hasta sus analogía (azotar), suena a castigo, a algo realizado con violencia y compulsión. A algo destructivo y no creador, como es o debería ser la fotografía.

Cada vez que leo o escucho a una persona usar ese término, siento como si en vez de una cámara de fotos que recoge imágenes, lo que se pretendiera es castigar a "todo bicho que pase" y hacer, indiscriminadamente molestas ofensas a lo que nos vaya rodeando.

Creo que todo parte de la llegada de la fotografía a "las masas". Cosa bendita, porque gracias a ello todos podemos disfrutar de un placer, que antes estaba cerrado sólo a los pocos que tuvieran el tiempo y el dinero para poder hacer fotografía. Pero también ocurre que uno pasea por la calle estos días y rara vez se ve una cámara automática. Ya todo el mundo compra réflex y a ser posible full frame, se sepan usar o no. Lo mismo te enseñan fotos hechas con móvil que con una cámara de gama alta, quedan pocos términos medios. Y en este mundo competitivo que vivimos, resulta que todos tienen que ser "el mejor" y se compite en algo que realmente debería ser un placer compartido. No sólo disfrutar de hacer nuestras fotos, sino de ver las de los demás.

En esta vorágine de imágenes, competitividad, quién la tiene más grande, etc... es cuando se hace necesario salir a la calle a "afotar", y desproveer del artesanal modo de trabajar que requiere un arte como es "hacer fotografía".

Dicho esto, pongo un paño caliente (sólo uno), para que nadie se me enfade. Tal y como empecé, digo que soy muy minucioso con estos detalles y estoy seguro de que la mayor parte de las personas que usan o han usado alguna vez el palabro de marras, no lo hacen con la intención que se puede desprender de esto que escribo, sino más como una manera usual de llamar al hecho de salir a hacer fotos, incluso como una forma humorística, pero eso no hace bella la palabra como lo es el arte al que pretende representar.

Por mi parte yo seguiré intentando "hacer fotos", con más o menos fortuna, pero con mucha dedicación y cariño en cada toma y ojalá que todos lo hagan, porque nos enriqueceremos con bonitas imágenes creadas, que no afotadas.

viernes, 19 de marzo de 2010

jueves, 18 de marzo de 2010

Del desnudo, la censura, la violencia, el erotismo y demás verdades del hombre


Una mariposa
Cargado originalmente por javi_indy
Hace un tiempo dediqué una entrada al "desnudo" desde mi punto de vista y mi propio gusto. Ahora, más bien quisiera, permaneciendo en mi criterio personal, dar otro enfoque y relacionarlo con otros ámbitos de interpretación.

Por más que me empeño, no consigo encontrar qué hay de malo en ver un cuerpo humano despojado de ropa. Como cualquier otra cosa, se puede representar con más o menos gusto, pero malo, de por sí, no tiene nada. Puedo llegar a comprender que una gran comunidad, a nivel internacional, mesure estos contenidos para conseguir que nadie se sienta incómodo por encontrarse algo tan "extraño" como lo que vemos todos los días mientras nos duchamos.

Aunque use la ironía, respeto totalmente a aquellas personas que por educación y cultura, no toleren el desnudo público como algo normal y también al hecho, mal llamado censura, de que se limite en determinados ámbitos. No es censura, porque no está prohibido, simplemente no se puede poner a la vista de aquellos que no quieren verlo, me parece justo.

Ahora bien ¿qué ocurre con la violencia?. Personalmente (como siempre escribo) y sin ánimo de hacer un dogma de fe, sino de hablar de mi propio criterio, sí que prohibiría las muestras de violencia de cualquier tipo, salvo que tuvieran como fin documentar un hecho que ha existido en un medio destinado a ello.

Veo con frecuencia que la violencia en imágenes está mucho mejor tolerada que un simple desnudo. Si en el cuerpo no se ve un pecho o un culo, nos podemos pintar un ojo de morado, amordazarnos, dejar señales de maltrato por doquier, y seremos aplaudidos. Podemos embadurnarnos de sangre y producir el asco en los demás y presumir de ello, pero esto, no tiene nada de malo.

Pues sí, yo si veo algo de malo, además de la propia estética desagradable. Creo que estas imágenes que representan violencia, me las vistan como me las vistan, describen bien uno de los problemas de esta sociedad que cada vez es más violenta. Saca lo que realmente tenemos dentro y nos "desviste" de falsedades. En este sentido, cumplen su misión, pero demuestra que nuestra sociedad está enferma, cuando tolera mucho mejor algo con mal gusto, que un simple desnudo.

Obviamente, cuando hablo de tolerar, no me refiero al individuo, sino a la sociedad en su conjunto, y cuando hablo de representar violencia, es justo al contrario. No todos lo hacen, ni todos la "disfrutan".

No soy partidario de que la pornografía fuera pública. Creo que para ver o disfrutar de pornografía, hay que tener una formación previa. Al igual que no haría pública, para todas las edades, una película basada en la bulimia. Primero nos formamos y luego podremos ver de todo porque estaremos preparados para discriminar lo que es real, lo que no, lo que es malo o lo que es bueno. Pero equiparar el desnudo con la pornografía, y en cambio ver sangre como "arte", contiene, desde mi punto de vista, una gran dosis de trastorno social.

miércoles, 17 de marzo de 2010

"La nada creativa"


En moto por Graná
Cargado originalmente por javi_indy
Confieso que nunca he sabido si me gusta esta foto o todo lo contrario. La hice un día, en plena crisis creativa, en el que salí con mi cámara a hacer aquello que siempre me ha gustado hacer. Salir a la calle y fotografiar lo que veo.

Ese día borré prácticamente todo lo que hice, ninguna foto me convencía y ésta tampoco, pero es de las que dejé. No cuenta nada nuevo, no es un momento decisivo, la composición es sólo "casi correcta". Pero quedó ahí por algún motivo. Para mí ha sido símbolo de "la nada creativa" y la he tenido ahí.

En este momento, por fortuna, no me siento así. Pero sí de cara a la publicación. Noto como en este momento mi ilusión de antaño, por publicar una foto que realmente me hacía sentir orgulloso, es cada vez menor. O mejor dicho, veo como me apetece hacerlo de otra manera, en otro lugar.

En fin, es de estos sentimientos que tan pronto van, como vienen. Aunque en ningún momento me lamento de ellos, sólo los dejo fluir haciéndole el caso justo para no perder el norte.

jueves, 11 de marzo de 2010

Lo que odio de Flickr

Va para tres años que llegué a Flickr después de haberme resistido, por motivos que no vienen al caso, durante bastante tiempo. Explorando los entresijos de los diferentes grupos, ávido de conocimientos, llegué a un artículo titulado "Lo que odio de Flickr" de mi admirado como fotógrafo y también como escritor Bruno Abarca.

Inicialmente me parecía exagerado lo que decía y pensaba que esto no podía pasarme a mí. Para quien no tenga intención de leer su comentario pese a que yo lo recomiendo mucho, decir que en resumen viene a indicar que nuestras tendencias, nuestro gusto y la propia percepción que tenemos de nuestras fotos se puede ver muy influenciada, y de hecho se ve, por el éxito/fracaso que tenemos como respuesta en flickr, y ésto en la mayoría de los casos depende del "azar".

Confieso que soy uno más de los que han caído de lleno en esto y que, incluso, intento "manipular" ese azar subiendo mis fotos cuando sé que hay mucha gente pendiente de flickr, no subiéndolas en aquellos momentos en los que sé que nadie las verá y, lo peor, desilusionándome cuando una foto que he subido con grandes expectativas, no ha tenido apenas aplauso de la gente, aunque también, como cuenta Bruno, empezando a pensar que una foto que antes no te llegaba a enamorar, era un pedazo de foto, simplemente porque le habían puesto 20 favoritos en un mismo día.

Recientemente he podido "madurar" esto de manera contundente. El azar me dio dos meneos huracanados en ambos sentidos y para toda mi galería. En primer lugar el personal de Flickr consideró mi galería NIPSA (o algo así) porque cometí la falta de poner a muchas personas en una foto en la realmente no aparecían. Simplemente pretendía felicitarles el año a mis amigos, pero esto Flickr lo vio muy mal. No sé qué signifca NIPSA ni siquiera si está bien escrito. A nivel práctico sé que implica que tus fotos no entran en las búsquedas públicas, ni pueden verse fuera de Flickr. Esto es algo bastante importante, ya que automaticamente no te permite enseñar tu trabajo a alguien que no tenga una cuenta ahí, ni Google te mirará por mucho que le sonrías.

Mis visitas se redujeron en un 80 % y mis fotos quedaban, comparándolas con el nivel anterior, en una especie de "tierra de nadie". Era bastante desmotivante, la verdad y yo me llegaba a preguntar ¿tan malas son? Aún siendo consciente de que el azar me había jugado una mala pasada.

Tras protestar enérgicamente a Flickr, en especial porque me habían castigado sin ni siquiera haber incumplido norma alguna que en ese momento hubiera escrita (y me cuidé de mirarlo), volvieron a poner mi cuenta como segura y, poco tiempo después, la suerte me miró de cara, y publicaron esta fotografía:

Un mundo por delante...

En el Facebook de Flickr... sí, sí, a mí también me sonó a coña eso del "faisbu del fli"... pero bueno, que existe. Pues bien, esta coña multiplicó por 30 mi mejor media diaria de visitas, dejando esta escalofriante gráfica:

Sin título-1

No sólo esa foto recibió la aclamación popular, sino que los vítores y aplausos se extendieron hasta el resto de la galería, incluso a fotos que no recordaba haber subido o ... haber tomado!!!... Mensajes privados de aliento a mi cuenta, que por supuesto agradecí de manera sincera, aunque esta vez, en el "éxito" si que mis dos pies estuvieron en el suelo y aunque ha sido todo un lujo ser "uno de los grandes de Flickr" por un día, cosa que además ha tenido consecuencias para días posteriores y aún se mantienen (en éste tiempo me han agregado como contacto unas 1000 personas, a las que desafortunadamente no he podido corresponder por una evidencia de tiempo material), pero he preferido mantener la cordura y saber que el azar no puede hacerme ver lo que realmente no es. Ni mis fotos eran tan malas ayer, ni tan buenas hoy.

En definitiva, Flickr es sólo una herramienta genial para compartir, disfrutar, aprender, enseñar, convivir y cualquier cosa relacionada con la fotografía. En realidad no tiene nada de malo, no odio nada de Flickr. Somos nosotros mismos los que hacemos bueno o malo, con nuestro uso o interpretaciones, aquello de lo que disponemos.

Ahora, en realidad desde hace un tiempo, lo que más valoro son los comentarios en mis fotos de "mi gente". De esa que comenta porque quiere hacerlo y lo hace de forma mayormente sincera. Me encanta, por citar a uno de los que a veces son críticos, cuando Juan J. Márquez me da caña, o sutilmente me deja ver que esa foto no le llega. Pero no reprime su comentario, ni lo hace por mero compromiso. Adoro a aquellas personas que día a día no me fallan en una foto, pero también a aquellas otras que sólo de vez en cuando, cuando les apetece, me dejan un valioso comentario. Por suerte tengo de toda esta gente, sin la que no sería nada mi flickr. Y de esta manera veo que "lo que odio de flickr" ya no es aquello que con tanta razón señalaba Bruno, sino cuando llega "el interés".

De repente, pongamos como ejemplo, un día varias de tus fotos se ven comentadas por una persona que, pese a preciarse de amiga, hace meses que dejó tu galería de lado. Todo son halagos en esos comentarios y te sorprendes, la habías visto en múltiples galerías con frecuencia casi diaria, pero nunca en la tuya y no sabías por qué. Pero sigues flickeando y como tienes muchísimos contactos en común, descubres que lo mismo ha pasado con las demás galerías. Por allí donde pasas, allí está ella. Y esto coincide en el tiempo con que una de sus fotos sube y resube y vueve a resubir, la mete en todos los grupos y en los concursos, y descubres que lo que odias de flickr es la falsedad, la búsqueda de una reciprocidad sin contenido a cambio de un éxito vacío.

Amigo de quedarme con lo positivo, disfrutaré aún más de aquellos comentarios que siempre han estado, así como de aquellos que lleguen nuevos, si lo hacen a pesar de leer esto, pero que sean sinceros. En este sentido disfrutaré especialmente de los que "me dan caña" y seguiré, como desde el primer día, comentando en aquellas fotografías que me dicen algo, aunque su autor jamás haya dejado una letra en las mías.